JORGE DREXLER - Trovador Transoceánico

Me encanta como un evento aislado puede dirigirnos a descubrir nuevos horizontes. Me encanta cuando los descubrimientos son inesperados. Y digo que me encantan, porque no siempre son así. La mayor parte del tiempo uno se la pasa buscando cosas, padeciendo cierto nivel de esfuerzo. Y claro, también es satisfactorio encontrar lo que se busca. Pero es mejor aún encontrar lo que no se busca. Lo desconocido. ¿O no?

Okey, okey, me dejo de redundancias y voy al grano: hace dos entregas del Oscar, sin querer, descubrí a Jorge Drexler.

Debo aclarar que realmente sólo lo descubrí físicamente durante la ceremonia, ya que a él ya lo había oído cantar la canción "Al Otro Lado del Río" durante Diarios de Motocicleta y la había tenido que bajar de internet para poder hacer mi quiniela de los Oscares. Y contra todo pronóstico, compitiendo contra puras rolas en inglés, voté por ella esperando que la belleza de la melodía hiciera trizas a las demás.

Remembrando esa ceremonia, fue una pena y un insulto que, a la hora de que tocaba el turno de ser interpretada la canción, pusieran a Antonio Banderas a cantarla en estilo como de canto jondo acompañado de Santana en la guitarra, dándole en la madre al feeling de la original de Drexler (y no lo digo por Santana, sino por Banderas, obviamente). Pero los gringos, (y en particular los hollywoodenses) no tienen remedio con su nivel de ridiculez tratando de darle el toque farolero faramalludo a lo que no lo necesita. Al día de hoy, me sigo preguntando, ¿qué carajos tienen que ver el canto jondo ibérico de Banderas y la guitarra de Santana, en la interpretación de una canción contemporánea de un músico uruguayo?*

En fin, el trago amargo pasó cuando destaparon el sobre y le otorgan el Oscar a la Mejor Canción Original; pero mi emoción fue aún mayor al verlo subir a recibir el premio. ¡Al menos eso sí lo dejaron hacer! (Y claro, con buen humor y orgullo, cantó a capella un pedacito de la canción, nomás por no dejar....)

Pasaron casi dos años para que volviera a escuchar algo de él. Un día en el radio escuché "Transoceánica", el sencillo de su último disco del mismo nombre. Qué sé yo de por qué no me había tomado la molestia de buscar más material de él en internet. Creo que, después de oir mil y un veces la galardonada canción, me figuré que Drexler era un músico de esos que sólo hacen soundtracks o música demasiado local para el gusto de las masas. Pensé que era un "one hit wonder"

Pero para grata sorpresa mía, no podía estar yo más equivocada.

Su disco, Transoceánica, es un deleite de principio a fin. Me encanta como es tan acústico y tan cibernético. Tan poeta y tan moderno. Tan reflexivo y tan global. De principio a fin, Drexler resalta la belleza y claridad de lo acústico: piano, cuerdas, guitarra.... fundido con su inconfundible voz. Tan suavecita...tan sutil. De hecho, es su voz lo que me gustó desde el principio. Siempre la voz en una canción es el punto de entrada para que la ame o la odie (o para que se pierda en la indiferencia). Drexler transmite mucho con su voz. Y en todo el disco, abusa de ese poder y de su talento para las letras.

De entre mis tracks favoritos están: 12 Segundos de Oscuridad con su hermoso efecto de faro en estéreo; El Otro Engranaje y La Infidelidad en la Era de la Informática, que comparten tema, más no estilo, ya que la segunda tiene una muy divertida mezcla de alerta de messenger con cuerdas; Inoportuna con una letra dolorasamente real y empatible; Soledad que podría convertirse en tu canción favorita si tienes el corazón roto; y finalmente, sin demeritar el muy original cover de High and Dry de Radiohead al estilo Silvio Rodríguez.

Si no fuera porque andaba de viaje, hubiera ido a verlo presentarse en el Teatro de la Ciudad el sábado pasado. No me hubiera sabido mas que su último disco, pero escuchar sus hits anteriores hubiera sido excusa para ir a comprar todos los CDs que me faltan. (Ja! ¿A quién engaño? ¡Los voy a comprar de todas formas!) Échenle una oída y verán que no miento.

¡Hasta el próximo viernes!
Becxs