25 de septiembre de 2007

MEXICO TIENE SIDA

En una semana que se caracterizó, por un lado, por el enfrentamiento —eterno e inútil— entre el gobierno del Distrito Federal y Javier Lozano (sparring presidencial por excelencia), y en el otro frente con Martita gritando improperios a la prensa que le preguntaba por el reportaje totalmente palacio que le hicieron al rancho, ha quedado claro que México sufre de una enfermedad crónica, progresiva y prácticamente incurable. Déjeme explicarle.
México tiene sida. Así, con todas las letras y toda la fuerza de esta afirmación que no podemos ocultar por más tiempo. Esta enfermedad, como estoy seguro que usted sabe, es causada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y se dice que el paciente tiene sida cuando su organismo, debido a la inmunodepresión provocada por el virus, no es capaz de ofrecer una respuesta inmune adecuada contra las infecciones y desarrolla un cuadro de sida cuando su nivel de linfocitos T-CD4 (célula que ataca el virus) desciende por debajo de 200 células por mililitro de sangre. ¿Por qué me animo a asegurar que México tiene sida? En una reflexión comparativa de la naturaleza del cuerpo humano y la naturaleza de los cuerpos políticos de una democracia, las instituciones gubernamentales, políticas y legislativas, deberían fungir como linfocitos de alta jerarquía en el sistema inmune que deberían, congruentes con su función biológica, producir anticuerpos y destruir células anormales. ¿Qué pasa, entonces, cuando los linfocitos no sólo no producen anticuerpos, sino que se convierten en células anormales ellos mismos? Sucede que las instituciones se vuelven pequeños cúmulos virulentos que destruyen la inmunidad de la ciudadanía misma. Y no sólo se trata de los eventos acontecidos a raíz de la reforma fiscal o la electoral (síntomas viles de la muerte del sistema), sino de toda una clase política que parece dispuesta a terminar con lo que fue creado, en primer lugar, para proteger al cuerpo. No es tan difícil descubrir los síntomas de esta enfermedad que degenera las defensas del país pues las infecciones son de una espectacularidad indignante, ya sean los Fox y su fortuna indefendible, la incapacidad de los sistemas de seguridad para proteger las instalaciones estratégicas o un Legislativo que se prostituye servilmente ante la partidocracia. México, pues, tiene sida. Y los retrovirales que se toma el país, parecen cápsulas piratas y caducas dignas sólo del Dr. Simi y sus engaños.
D

1 comentario:

Gerardo Pellicer dijo...

Cuánta razón tiene usted. Sabía que existe la teoría de que el virus VIH no es el responsable de el SIDA? Hay científicos que sostienen que el SIDA es causado por el abuso en el consumo de drogas (incluyendo las legales) pues interfieren con el funcionamiento normal del sistema inmunológico, de esta forma lo van debilitando hasta volverlo inútil. Ahí es cuando el VIH entra en acción y se come a los anticuerpos que usted bien mencionó. Entonces me pregunto yo: cuáles han sido estas drogas que han suministrado a México? A razón de qué las han suministrado? Oh! México, vengan las vitaminas! Un abrazo.
Gerardo