13 de octubre de 2007

MEXICO: EL PAIS RIDÍCULO

Ver al ex presichente en CNN regañando a su entrevistadora (y, por consiguiente, al público que para fortuna del humor tiene el canal sintonizado) por su ingenuidad no tiene precio. Pero, en la lógica de la política mediática que mantiene las riendas del país y sus protagonistas, por consecuencia de una profunda falta de tema, resulta de particular interés la media vuelta que Ramírez Acuña ha dado en torno al apoyo –otrora martírico– que le ofrecía a Vicente (porque Marta es demasiado paquete para uno sólo) con una exigencia de silencio que tiene un claro mensaje: el hijo desobediente será más desobediente de lo que se creía en un principio, pues el encargado de la política interna ya se desmarca con la preparación del discurso del te lo dije. Usted y yo, mi estimado amigo, sabemos que la creación de la Comisión investigadora del presunto enriquecimiento ilícito del Y yo, ¿por qué? es más inútil que un llamado al pejecito esquizoide a aceptar la derrota, pero el show debe continuar mientras los políticos se niegan a enfrentar los verdaderos temas que el país exige. A nadie parece importarle que los sindicatos se nieguen, escudados en la autonomía sindical, a abrirse a la transparencia y la rendición de cuentas porque hacerlo sería renunciar a sus cuotas de poder que logran enriquecerlos a costa de quienes se supone han de defender (IMSS, Napito, SNTE y demás larvas mediocres y criminales). A nadie le preocupa el servilismo de un poder que se dice soberano ante un poder ilegítimo y criminal en su utilización de fuerzas y recursos que se pagan con dinero que nadie sabe de dónde sale. A nadie le interesa detener una escalada de legislaciones que apuntan a la pérdida de la libertad de expresión y a la regulación cuasi tiránica y autoritaria sobre los medios de todo el país. Y así, mientras seguimos viendo como caemos, habrá quienes le dediquen semanas a la caída Husseiniana de la estatua de Fox en Veracruz y quienes hasta la comparen, en sus más extravagantes y estúpidas fantasías, con algo así como la guerra que ha emprendido la sociedad en contra de un poder corrupto del pasado. Hagan sus apuestas para saber quién será el primero que explote el ridículo sobre el tema. François de la Rochefoucauld escribió alguna vez “Si en los hombres no aparece el lado ridículo, es que no lo hemos buscado bien”. Eso fue en el siglo XVII y hoy, en este país,sigue estando vigente.

Saludos

D

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